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Protegemos el paisaje aranés y fomentamos el desarrollo territorial sostenible

El Conselh Generau d’Aran ha aprobado por unanimidad una modificación de las Normas Subsidiarias de planeamiento (NNSS), en vigor en seis municipios del territorio, para regular los usos y edificaciones admisibles en suelo no urbanizable. Esta actualización normativa no sólo responde a problemáticas detectadas en los últimos años, sino que supone un paso adelante en el modelo de organización territorial que Aran quiere liderar: limpio, ordenado, respetuoso con el medio natural y alineado con las estrategias europeas en materia de sostenibilidad.

La modificación permitirá compatibilizar el respeto por el paisaje con la necesidad de adaptar los espacios rurales a los retos actuales. Entre los principales avances, destaca la posibilidad de regular nuevas construcciones relacionadas con la actividad agropecuaria en parcelas de más de 2.000 m², una medida especialmente importante para ayudar al sector pagés y facilitar el relevo generacional en este oficio. También se introducen nuevos criterios para evitar la proliferación de construcciones improvisadas y sin integración paisajista, fomentando en su lugar intervenciones coherentes, armonizadas y respetuosas con el entorno.

Esta iniciativa forma parte de una hoja de ruta más amplia: construir un modelo de desarrollo territorial basado en la sostenibilidad, la eficiencia y el compromiso con las futuras generaciones. En este sentido, la norma contempla también aspectos claves como la gestión de movimientos de tierras, la implantación ordenada de energías renovables (como paneles solares), y la creación de una ficha técnica orientativa que facilitará tanto la tramitación administrativa como el control y seguimiento de las actuaciones.

En este marco, la reciente declaración de la Val d’Aran como Reserva de la Biosfera por la UNESCO, obtenida en 2024, constituye un reconocimiento internacional al esfuerzo colectivo del territorio por preservar su entorno natural, su cultura y sus formas de vida tradicionales. Esta nueva norma consolida este compromiso, dotando a los ayuntamientos araneses de claros instrumentos jurídicos para gestionar el territorio de forma eficaz y sostenible.

Esta regulación representa un cambio de paradigma en la forma en que cuidamos y planificamos el territorio. Se trata de mirar al futuro con responsabilidad, respetando lo que somos y apostando por un modelo de desarrollo que mete la vida en el centro: las personas, el paisaje y la sostenibilidad.

Con esta medida, Aran avanza en la consolidación de un modelo propio de gestión territorial, que pone en valor su singularidad, fortalece el mundo rural y responde a los retos globales con soluciones locales, sostenibles e inclusivas.